jueves, 11 de julio de 2019


SERPHI QAQA O AMARU QAQA (mito)

Serphi qaqa, palabra quechua, que significa: Labio inferior del cerro, también se interpreta como la roca de serpiente, un lugar natural extraordinario, hermoso, sentimental y espantoso, por las siete cabezas pétreas que existía, las que fueron derribadas a dinamitazos, cuando se construía la carreara a Sandia.
Lamentablemente nuestras autoridades de ese entonces, nada hicieron para protegerlas, que muy bien han podido sacar cualquier cantidad de piedras, del cerro Vizcachani.
Por la base de una de las cabezas derribadas, brota el agua apta para el consumo de la población, no se sabe de dónde viene, se sospecha que puede ser de las partes altas de Oqoruruni o Inquillani; muy raro del brote del mencionado líquido, porque a unos 50 metros hacia el Sur, se encuentra varias fuentes de agua termal, de diferentes grados de temperatura, de una de ellas sale agua tibia, donde se escucha el ruido con que cae el agua.

Por el año de 1952, recuerdo que era un lugar muy hermoso y encantador, todo verde, con flores de sunila, k’isa, qariwa y otros.
Las rocas y las peñas invitaban a escalar a escalar, en la parte izquierda se nota una serpiente que baja, su cabeza se nota casi en la parte del suelo su cuerpo ocupa hasta la parte alta de la roca, finalizando su cola levantada; cuantos niños hemos jugado, al ir por agua con nuestros cántaros y p’uynos o a lavar ropas, como también hemos sufrido el ultraje o abuso que cometía el que se creía dueño o gamonal de los terrenos de Oququroni e Inquillani, propiedad de la Beneficencia Pública, sin que alguna autoridad pudiera coto a dichos atropellos y abusos que cometían a ancianos, jóvenes y niños.
En la parte superior del serphi qaqa, existe una especie de balcón o repisa, de donde se divisaba con tranquilidad a la población, también se ponía lugar a las escondidas, porque las diferentes formas de las rocas, permitían ocultarse, además estudiar en épocas de los exámenes, mientras que los jóvenes se reunían para cantar y silbar sus melodías románticas, para encontrarse con sus enamoradas, ya que ofrecía un lugar hermoso, al costado era una especie de patio grande, todo verde.
Donde los visitantes, consumían sus alimentos, después de haber gozado de las aguas termales, bailaban, jugaban y pasaban un día lleno de alegría y felicidad.
Actualmente Sirphi qaqa, (y no sirpikaka) viene tomando otro rostro, gracias al arquitecto Hugo Paniagua que diseñó y dirigió los trabajos de mejoramiento, respetanto lo natural; a pesar de que cuenta con poco espacio, todo por culpa de las autoridades que dieron pase libre, para ser urbanizado.
 El ministerio de vivienda, en el año 1996 declaró zona inhabitable, desde los linderos de la propiedad de la Srta. Sabina Lujan, hasta Serphiqaqa, toda esa extensión de terreno fue sugerido, como área verde, para un parque ecológico, con las comodidades del caso, para el bienestar de los niños, jóvenes, ancianos, sobre todo para ofrecer a los visitantes o turistas un lugar de esparcimiento, lo que Putina, carece de esa clase de servicios, nada se puede hacer, solamente se invoca a las autoridades para que embellezcan ese dedacito que se dejó para Serphiqaqa, pero sin ocultar con construcciones modernas y anticuadas, respetando lo natural.
Autor: Prof. Edwing Valencia Chacón


LA LEYENDA DEL SIRPHI QAQA

Hace muchísimos años por los lugares donde hoy está ubicado el pueblo de Putina Vivian sus pobladores felices y sin mayores preocupaciones pastando su ganado de llamas y alpacas. Un día, los pobladores se alarmaron ante la aparición de un monstruo jamás visto antes. Era una enorme serpiente con siete cabezas que causaba terror de solo verla: Era el diablo. Tenía el lomo cubierto de enormes espinos.

Los putineños fueron a suplicar con sus oraciones y lágrimas a la Mamita Concebida, que es como llaman los putineños a la Inmaculada Concepción, llenos de fervor para que les conceda la gracia de ayudarles contra el monstruo de siete cabezas que asolaba la población. La Mamita Concebida, compadecida de la situación y considerando la inmensa fe que demostraban los lugareños intercedió ante Dios para que enviase al Arcángel San Gabriel a combatir al hijo del diablo.

En todo ese tiempo de lucha los pobladores habían permanecido encerrados en sus casas, sin atreverse a salir para nada. Cuando ya no se escucharon más los fragores de la lucha, y luego de algún tiempo, frente al silencio y calma reinante, se asomaron los habitantes y lo primero que vieron fue que en la cumbre del cerro, que hoy es uno de los calvarios de Putina, estaba extendido el cuerpo de la sierpe, parecía estar convirtiéndose la piel escamosa y espinosa del lomo en piedra. Efectivamente con el paso de los días se convirtió todo en piedra, integrándose al cerro donde fue muerto.
Autor: Anónimo




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